
Plaza de la Pequeña Holanda | Nantes, Francia
Si estás explorando Nantes, la histórica ciudad portuaria de Francia, hay un lugar que combina maravillosamente intriga, historia y vida urbana: la Plaza de la Pequeña Holanda (Place de la Petite-Hollande). Esta no es una plaza cualquiera; es una máquina del tiempo anidada en el extremo occidental de la legendaria Isla Feydeau, esperando a curiosos exploradores urbanos y amantes de los sitios patrimoniales.
¿Dónde está la Plaza de la Pequeña Holanda?
Situada justo en el centro de la ciudad de Nantes, en la punta de la Île Feydeau, la Plaza de la Pequeña Holanda une el espacio entre la allée Duguay-Trouin y el quai Turenne. Es donde convergen arterias históricas de la ciudad, lo que la convierte en un punto de partida ideal para recorridos autoguiados por la ciudad fluvial más innovadora de Francia.
Los Curiosos Orígenes de Su Nombre
¿Por qué “Pequeña Holanda”? Imagina esto: bulliciosa con barcazas holandesas repletas de queso, la plaza ganó su nombre gracias a su largo papel como puesto comercial holandés. Ya en el siglo XVII, los comerciantes holandeses se reunían aquí —lejos de la altivez del cercano Palais de la Bourse— para fijar precios, cerrar tratos y, probablemente, cotillear sobre molinos de viento y tulipanes.
Conclusión clave: ¡La Plaza de la Pequeña Holanda fue donde los holandeses le dieron a Nantes un gusto por el comercio, y más de unas pocas ruedas de Gouda!
Una Historia que Abarca Siglos
Este sitio patrimonial se transformó drásticamente a lo largo de los años:
- Siglo XVIII: El páramo arenoso en el extremo occidental de la isla fue urbanizado, dando origen tanto a Feydeau como a la plaza.
- Puentes y Drama: Antiguamente un cruce clave entre dos puentes históricos: el pont de la Bourse al norte (con raíces que datan de 1737) y el desafortunado “pont Maudit” (el 'Puente Maldito') al sur. La leyenda local dice que era tan endeble que los barqueros lo evitaban, ¡y algunos lugareños incluso lo 'maldijeron' por habérselo impuesto!
- Vida de Mercado Vibrante: En el siglo XIX, la plaza se convirtió en el hogar de un animado mercado cubierto, donde los puestos bullían con alquiler diario. Fue un centro ribereño hasta que sucumbió al tiempo y la salud pública en la década de 1930, siendo reemplazado por un jardín público.
- Renovación Moderna: El mercado actual sigue animando el espacio cada sábado, con la explanada (o “terre-plein de la Petite-Hollande”) como su vibrante epicentro. Los lugareños a menudo confunden la plaza original con esta próspera zona de mercado, un testimonio de su continua atracción cultural.
Momentos Peculiares y Fama Cinematográfica
La Plaza de la Pequeña Holanda no es solo sobre piedras antiguas y mercados, ¡es una estrella por derecho propio! El icónico director francés Jacques Demy utilizó la plaza como telón de fondo para su película de 1961 "Lola", mientras que la imaginativa compañía Royal de Luxe la convirtió en un escenario para sus épicos desfiles urbanos.
¿El artista Étienne Bouchaud? Nació en el número 3 de la plaza en 1898. ¿Drama histórico? Jean-Baptiste Carrier, una figura clave durante el Reinado del Terror de la Revolución Francesa, se instaló brevemente aquí mismo.
Prix de Beauté: Joyas Arquitectónicas
La plaza también alberga tres edificios catalogados como monumentos históricos, verdaderas delicias para los amantes de los hitos históricos y la arquitectura:
- 1 Plaza de la Pequeña Holanda: La discreta Maison Charron (terminada en 1740), el primer edificio de la gran remodelación de la zona. Sus fachadas y tejados están protegidos por su valor histórico.
- 2 Plaza de la Pequeña Holanda: El espectacular Hôtel Grou, encargado por un afamado comerciante naviero y que más tarde albergó a grandes figuras como Jean Peltier Dudoyer. Su hierro forjado, la línea del tejado y la majestuosa escalera forman parte del patrimonio protegido de Francia.
- 3 Plaza de la Pequeña Holanda: El imponente Hôtel de La Villestreux, construido entre 1743 y 1754. Más allá de su fachada clásica, la entrada y los patios interiores resuenan con historias de la época dorada de comercio e innovación de Nantes.
Estos monumentos son pilares del patrimonio cultural de la ciudad. Aunque AllTours no ofrece audioguías interiores, puedes admirar su belleza e historias directamente desde la calle, lo que los hace perfectos para los cazadores de hitos urbanos.
El Regreso de la Naturaleza: La Revolución Verde de la Plaza
¡Entre 2025 y 2030, la Plaza de la Pequeña Holanda recibirá una renovación que desafía los límites! El proyecto “Loira en el Corazón” de la ciudad promete:
- Una exuberante isla verde de 4 hectáreas con 1.000 árboles (¡sí, has leído bien!)
- Temperaturas de verano hasta 8 grados más frescas, gracias a toda esa nueva vegetación
- Parques infantiles, salones al aire libre para entusiastas del ajedrez, la petanca y el ping-pong
- Cafés y grandes mesas al aire libre, perfectos para unirse al bullicio del mercado
Esto es más que paisajismo: es la creación del destino definitivo para la exploración urbana tranquila y la vida comunitaria.
¿Por qué incluir la Plaza de la Pequeña Holanda en tu itinerario de Nantes?
- Abundancia de Sitios Históricos: Sigue los pasos de comerciantes holandeses y magnates mercantiles.
- Cultura en Cada Esquina: Experimenta mercados vibrantes, historia del cine y desfiles de arte público.
- Hitos Urbanos Icónicos: Maravíllate con edificios y monumentos famosos sin siquiera entrar.
- Relájate en la Naturaleza: Pronto, te relajarás bajo 1.000 árboles mientras el patrimonio se fusiona con la innovación verde.
Ya sea que te encanten las audioguías, anheles mercados encantadores o busques historias peculiares, la Plaza de la Pequeña Holanda es donde Nantes revela su lado más juguetón y complejo.
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